Fundación Santa María la Real e impulsor del programa Lanzaderas de Empleo, José María Pérez, Peridis.
Últimamente se habla mucho sobre la Empleabilidad, pero ¿qué es realmente este término? Se trata de la capacidad potencial de incorporarse y permanecer en el mercado laboral,
esto es, las posibilidades personales para encontrar empleo y adaptarse a
un mercado de trabajo en continuo cambio. Por lo tanto, para ser empleable José María Pérez, propone diez claves necesarias:
- AUTOCONFIANZA. La autoconfianza unida al autoconocimiento es la primera clave para la empleabilidad. La raíz de la que nacerá después todo. Sin confianza no podrás continuar, ni venderte, y sin conocimiento lo harás a ciegas. Es, además, una competencia que valoran las empresas. «Debes conocer tus puntos fuertes como trabajador, qué grado de formación tienes y qué habilidades, este examen te dará la capacidad de conocerte, y ser consciente de tus aptitudes y también de tus límites», afirma José María Pérez, Peridis, humorista, dibujante, arquitecto y alma del proyecto de las Lanzaderas de Empleo. Y te dará confianza. Lo dejó escrito Aristóteles, «conocerse a sí mismo es el principio de toda sabiduría». Debes saber quién eres y estar seguro de ti.
- APRENDIZAJE CONTINUO «Cambian las dinámicas de selección, cambian las tecnologías y, en definitiva, las formas de trabajar, hay que adoptar una actitud positiva», dice Peridis. La continua mejora de las competencias profesionales y técnicas, mantener una mente abierta, seguir despierto con el objetivo de aprender cada día, es la perfecta vacuna para no quedarse rezagado en estos tiempos flexibles, líquidos, proclives a la transformación. Es una invitación a reinventarse. «Michael Phelps, uno de los mejores nadadores del mundo, decía que no se puede poner límite a algo porque cuanto más sueñes, más lejos llegarás», cuenta Peridis. Esta es una época proactiva, de sinergias que nos obligan a la evolución y la mejora, y este es el trampolín capaz de hacernos alcanzar el sueño.
- COMUNICACIÓN. Es un entrenamiento. Un músculo que nos transportará lejos. Quizás una de las habilidades más olvidadas y por contra fundamental en la era del conocimiento. «Entrena tu mensaje para decir de forma clara, breve y atractiva quién eres y qué valores aportas, eres mucho más que un currículum», dice Peridis. Se trata de ser capaz de contar de manera clara lo que te interesa profesionalmente y defender tus puntos fuertes como trabajador, tus ideas. La buena comunicación nace de la escucha activa y adentrarse en la ventana de oportunidades sin ponerse nervioso, haciendo brillar cualidades. Uno tiene que saber destacar no solo sus estudios, sino también sus competencias, y para ello es necesario poder comunicarse con la persona que tienes delante, o con los compañeros con los que trabajas en equipo, y ser capaz de superar el test de la «conversación del ascensor»: cuando en muy pocos minutos puedes mostrar lo mejor de ti, la síntesis perfecta de tu formación y capacidades.
- FLEXIBILIDAD. Si una dinámica describe a nuestra sociedad es el cambio. Cambian las personas y sus necesidades, cambian los perfiles que requieren las empresas. Los trabajos del mañana aún no existen. Se cierra una puerta, se abre otra. No podemos esperar resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo de siempre. «Has de ser capaz de adaptarte a los cambios. En una de las muchas reflexiones de Mario Benedetti, el escritor uruguayo justifica la flexibilidad como cualidad y herramienta en tu vida: cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas», apunta Peridis. Busca tus propias puertas, asume tu polivalencia, aprende a trabajar de maneras distintas, supera tu zona de confort.
- TOMA DE DECISIONES. Las empresas necesitan trabajadores versátiles, con capacidad de adaptarse a nuevos entornos laborales y, en consecuencia, es relevante la toma de decisiones. No temas equivocarte, que las dudas no paralicen tus acciones. Encuentra la seguridad, confía en lo que eres y haces, y asume las experiencias retadoras. Al conocer mejor tus capacidades, al identificar tu proyecto profesional y personal, la toma de decisiones es más acertada, natural, proactiva y enfocada a tus propósitos. Es un elemento natural del liderazgo. La iniciativa cohesiona los valores de la empleabilidad.
- GESTIÓN DEL TIEMPO. La empleabilidad mejora cuando eres capaz de poner a su disposición planes de acción, estableciendo prioridades, y no gastando tiempo y esfuerzo en aquello que no va a servirte en tu camino. «Cuando buscas empleo no puedes acomodarte ni dormirte en los laureles», dice Peridis. Es más difícil de lo que parece. Se trata de establecer objetivos, optimizar medios y recursos porque el tiempo es oro. Debes marcarte unas metas a corto y largo plazo, planificar y ejecutar las acciones para conseguirlos. Es la ruta, la consecuencia de unir el propósito a la acción. Es la siembra que después recoges. Puedes marcarte objetivos semanales, un calendario con resultados, haz una buena selección de ofertas, y no desesperes en la búsqueda de empleo. El camino hacia el éxito se llama fracaso. Gestionando bien el tiempo y tus metas te darás cuenta de que eres capaz de más cosas. Ponte en contacto con empresas, haz un seguimiento de sus necesidades. Tus pasos serán más efectivos.
- PROACTIVIDAD. Es la actitud de la espada y el escudo, la fuerza necesaria para superar los obstáculos. «La personalidad proactiva y emprendedora permite la posibilidad de conseguir las cosas que uno sueña», alega Peridis. Buscar empleo es más que un currículum. Ser proactivo hará que todo buen profesional pueda sobresalir frente a la competencia. Consultar qué tipo de perfiles buscan las empresas, qué dicen los expertos al respecto y por dónde irán los tiros en el futuro. Es adelantarse, prepararse, ser protagonista de tu propia estrategia. Es dejar la línea pasiva. No esperes el vendaval, navega con él.
- REDES DE COOPERACIÓN. Aquí tenemos el neurotransmisor de la empleabilidad, la red que te conectará con nuestras metas. Somos animales sociales, y como tales debemos aprovechar esta capacidad al máximo. Debes sumarte a las redes presenciales o virtuales, aportar, ser cooperativo y solidario, nunca sabes dónde podrás encontrar una puerta o el socio para tu futura empresa. Es una vieja máxima: quien da, recibe. Manejar bien las redes de contacto multiplicará tu potencial. «Magic Johnson aconsejó a un grupo de periodistas después de un partido: No preguntes qué pueden hacer tus compañeros por ti, sino qué puedes hacer tú por ellos», explica Peridis. Ante un exceso de oferta de trabajadores bien cualificados, el networking, la capacidad de crear redes de empatía y de apoyo, marca la diferencia. Las redes tienden a la multiplicación y son por tanto una ayuda esencial para llegar más lejos. No las olvides. Conoce tu comunidad, las empresas que la forman, aporta a tus compañeros, y saldrás ganando. Siembra, sé solidario...
- COMPETENCIAS DIGITALES. Nadie puede escapar de la era digital. Esta es la competencia transversal básica. Lo saben bien los millennials, aquella generación que ya nació en este entorno 2.0. Saber usar las herramientas digitales o moverse de forma óptima por las redes sociales es primordial, ya que son muchos los puestos de trabajo que requieren de este tipo de competencias. Utilizar programas de gestión de información, conocer el potencial de los recursos digitales. Es necesario desarrollarlos por dos razones: el empleo de hoy, pero especialmente el de mañana, no puede desligarse de estas cualidades, y a esto debemos sumarle que muchas de las ofertas de empleo u oportunidades ya se encuentran en un escenario digital. Es clave tanto para el proceso de búsqueda en sí mismo como para aumentar la empleabilidad. El futuro se ubica en los nativos digitales.
- TRABAJO EN EQUIPO. «Seguramente jamás llegues a trabajar solo, por eso se necesita la capacidad de compartir recursos y conocimientos, saber delegar, ser capaz de confiar en todo el equipo para sacar adelante cualquier circunstancia», apunta Peridis. La unión hace la fuerza, y las empresas son conscientes de que para desarrollar de forma óptima sus servicios necesitan trabajadores capaces de trabajar en equipo, de sumar en conjunto para el objetivo común, con mentalidad abierta y capacidad de comunicación. «Si compartimos recursos y ofertas, las posibilidades aumentan, todos para uno y uno para todos», confirma Peridis. Un equipo es mucho más que un grupo de personas. Es una fuerza capaz de superar adversidades, guiados por una visión y la unión en su objetivo.
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